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On the way to Silver Oak winery

Follow my road trip with a couple of friends along Highway 101 in California! Let’s visit Napa & Sonoma Valley and drink some good wine. Cheers!

(in Spanish)

Después de tantos meses de haber deseado este viaje, por fin llegó el momento de hacer las maletas y volar a California. Allí me junté con mis amigas Saioa y Marta y juntas emprendimos la aventura por la otra costa. ¡Pasen y vean!

Aterricé en el aeropuerto de San Francisco un viernes por la noche y de allí tomé un autobús a Napa, donde vive mi amiga Saio. 5h30 de vuelo y 3h de diferencia con la Costa Este (9h con España), para que os hagáis una idea.

Día 1

Al día siguiente, ya descansadas, nos dispusimos a conocer Napa Valley, que engloba los pueblos de Yountville, Oakville, St Helena, Rutherford y Calistoga. Esta zona es el corazón de la industria vinícola de California y cuenta con más de 250 bodegas repartidas por sus laderas y valles. La mejor forma de recorrer el valle es por las carreteras panorámicas que lo rodean. Nuestra primera parada fue en el Farmer´s Market y en el Oxbow Public Market, donde venden productos locales, mucho vino y comida orgánica.

Por la ruta 29 llegamos a la bodega Silver Oak (en Oakville), donde hicimos nuestro primer ‘tasting’ (o cata). Lo bueno de este sitio es que uno se puede pasear por los terrenos mientras degusta los vinos.

Ya por la tarde estuvimos en uno de los lugares emblemáticos del valle de Napa, el Castello di Amorosa. Este impresionante castillo medieval se alza sobre una colina y alberga una bodega regentada por un dueño de origen italiano que se empeñó en trasladar el castillo piedra a piedra desde Italia.

De vuelta hacia Napa pasamos por Santa Helena y por la tarde/noche organizamos una cena en la piscina de casa de Saio con sus amigas.

 
Día 2
El segundo día de nuestra aventura comenzó yendo de brunch a Fremont Diner (2660 Fremont Dr, Sonoma), un sitio muy auténtico y 100% recomendable. Eso sí, no apto para dietas como podréis observar.
 
Tras una buena comilona nos dirigimos a la bodega Artesa, propiedad de la empresa Codorniú. También cerca de allí está otra bodega, Domaine Carneros, construida al estilo de un château francés.
 
Luego condujimos hasta el pueblo de Sonoma, que nos encantó. ¡Fue como teletransportarse a una película del Oeste! Anduvimos alrededor de Sonoma Plaza, que rodea el City Hall, y visitamos la misión de San Francisco Solano de Sonoma, los barracones militares y Lachryma Montis, la casa del General Vallejo (último gobernador mexicano de California).
 
El tema de las misiones en California es muy curioso. En el siglo XVIII los frailes franciscanos, con Fray Junípero Serra a la cabeza, establecieron 21 misiones a intervalos de aproximadamente 48 kms a lo largo del llamado Camino Real, entre San Diego y Sonoma. De ahí que muchas ciudades en California tengan nombres españoles religiosos (Santa Bárbara, San Luis Obispo, San Francisco,etc). La influencia española se mezcla con el sabor mexicano y da lugar a este curioso estilo.
 
Tras visitar Sonoma volvimos a Napa y pasamos por Ramondín, la empresa de cápsulas donde trabaja mi amiga Saio.
 
Luego paseamos por Napa Downtown, que me desilusionó un poco porque me resultó poco animado y demasiado pueblo.
Para rematar, bañito en la piscina de Saio y manos a la obra para preparar nuestra ruta de los dos días siguientes en San Francisco.
¡Seguiremos informando en el siguiente fascículo!