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Read below about my trip to St Petersburg! I traveled to this Russian city for work and met there with colleagues and family. We had such a great time!

( in Spanish)

!Hola a tod@s!
 
Os escribo ya desde Irún, por fin de vuelta en casa aprovechando el veranito.
En la entrega de hoy os contaré mi reciente paso por Rusia, más concretamente por San Petersburgo, con motivo de nuestra Conferencia anual del TAXGIP.
 
En esta ocasión mi compañera Virginia y yo volamos desde DC el miércoles por la tarde. Hicimos una breve escala en Frankfurt y de allí conectamos hacia San Petersburgo, donde aterrizamos sobre las 13h del jueves.
 
Lo primero que me llamó la atención de la zona fue la cantidad de árboles que había. Una vez pasado el trámite de aduanas y recogidas las maletas un conductor nos acercó al hotel Marriott Pushkin (166 Griboedov´s Canal), donde nos alojaríamos durante toda la semana. A pesar del cansancio del viaje no hubo tiempo para descansar demasiado. Ducha, siesta de 30 minutos, y tocó reunirse con la gente del hotel para coordinar los últimos detalles de la Conferencia. Al terminar me junté con mi padre y mi hermano, que aprovecharon nuestra Conferencia para visitar la ciudad.
 
Por la tarde tomamos el shuttle del hotel y bajamos en la Catedral de San Isaac. Paseamos por los alrededores de la Catedral y callejeamos por el Almirantazgo, el Ermitage y el canal Moika. Acabamos cenando en el restaurante georgiano Rustaveli (Reki Moiki Emb. 9) que me había recomendado mi amiga Sofía. Al acabar de cenar eran como las 23h pero dado que fuimos en la época de las Noches Blancas (cuando el sol apenas se pone unas 3-4 horas al día), aún había luz cuando nos acercamos a ver la preciosa Iglesia de la Sangre Derramada. Después merodeamos por el canal hasta llegar a Nevski Prospect, una de las arterias principales de San Petersburgo. Desde allí tomamos un taxi de vuelta al hotel, la primera de unas cuantas anécdotas con los taxistas rusos.
 
El viernes después de desayunar me quedé trabajando en el hotel hasta las 17h y pico. Después me uní a mi familia (también se apuntaron a última hora mis tíos) en la plaza del Palacio, donde se encuentra el museo Ermitage.Desde allí anduvimos por Nevski Prospect y bordeamos uno de los canales hasta llegar al restaurante ruso Demidoff (Nab. Reki Fontanki, 14). Allí degustamos un menú típicamente ruso e incluso disfrutamos de la música cíngara en directo. Para rematar la noche paseamos bajo la lluvia frente al Castillo de Mijáilovski, hoy parte del Museo Ruso, la Iglesia de la Sangre Derramada y el Malecón del Palacio.
 
 

 
El sábado me quedé trabajando hasta las 14h y luego me acerqué en shuttle hasta la Catedral de San IsaacÉsta es una de las más grandes del mundo y fue trazada en 1818. Durante la era soviética fue desconsagrada y se convirtió en museo del ateísmo. Hoy aún funciona como museo y conserva en su interior cientos de obras de arte del siglo XIX. Subimos a la cúpula dorada desde donde se contempla un  bonito panorama de la ciudad. Después comimos en el cercano Schastye y paseamos por Nevski Prospect. Visitamos la Iglesia de la Sangre Derramada, nos tumbamos para descansar un rato en el parque Mijáilovski y cenamos en el restaurante italiano del chef británico Jamie Oliver.
 
El domingo trabajé un poco antes de salir y a las 11h tomamos el shuttle hasta la Catedral de San Isaac. En los embarcaderos cercanos compramos los billetes para el barco a Peterhof, el gran palacio que Pedro el Grande mandó construir en 1714 en el golfo de Finlandia. Mientras hacíamos tiempo para el barco, dimos una vuelta por la Isla Vasilievski. Vimos las imponentes Columnas Rostrales, que antaño organizaban el tráfico de barcos en el puerto, el antiguo edificio de la Bolsa, la Lonja Nueva que ahora aloja la Universidad de la ciudad, y la Academia de Ciencias.

 

Tras el paseo por la Isla Vasilievski volvimos a los embarcaderos para tomar el barco Peterhof Express que lleva hasta el palacio Peterhof en unos 45 minutos. Comimos algo rápido por allí y nos acercamos hasta el edificio principal del complejo palaciego por los impresionantes jardines junto al Canal Marítimo. Admiramos la Gran Cascada con sus imponentes esculturas de bronce dorado, sus fuentes y juegos de agua y bordeamos el Gran Palacio. Hacía mucho calor y había demasiados turistas, así que decidimos pasear por los jardines por nuestra cuenta en vez de visitar las estancias imperiales. A las 16.30 volvimos en el barco a San Petersburgo y de allí acabamos tomando un taxi al hotel porque empezó a caer el diluvio. Nos acicalamos y fuimos toda la familia a ver el ballet de Anna Karenina al teatro del Mariinsky II, el nuevo edificio. Nos encantaron tanto la arquitectura como el espectáculo.
 
 

 
El lunes me reuní con mis compañeros brevemente tras el desayuno y luego tomamos el shuttle hasta Sennaya Ploschad. De allí cogimos el metro hasta Gorkovskaya y anduvimos hasta PetrográdskayaEsta isla fue el origen de la ciudad de San Petersburgo y aquí se encuentra la Fortaleza de Pedro y Pablo. Anduvimos desde el metro y cruzamos el Puente Ioannovskiy, las puertas de Iván y de San Pedro. Recorrimos parte de los bastiones de la fortaleza así como el Muelle del Comandante. Escuchamos el cañonazo del mediodía y entramos a la catedral de San Pedro y San Pablo, donde descansan los restos de los monarcas de la dinastía Románov.
Al salir de Petrográdskaya de vuelta hacia el metro pasamos por una mezquita cercana y tomamos el metro hacia Nevski Prospect. Paramos en una cafeteria Antigua frente a la plaza Ostrovski, y acompañamos a mi hermano al metro porque ya se volvía a Irún. Después mi padre y yo nos comimos un bocata en la plaza Ostrovski y entramos de nuevo en la cafetería para pedir un relámpago de café de postre. Tomamos el metro hasta Sennaya Ploschad y de allí volvimos andando hasta el hotel pasando por el Palacio Yusúpov, donde fue asesinado Rasputin, y la Catedral azul de San Nicolás. Compramos vodka de recuerdo y ya empecé con los eventos de la Conferencia TAXGIP, con un cóctel de bienvenida para las participantes aquella noche.
 
Tras la Conferencia el martes y miércoles, puse rumbo con mi padre de vuelta a tierras patrias. Tras una escala en Munich, volábamos a Bilbao y de ahí autobús a San Sebastian y taxi hasta Irún. Toda una travesía por tierra y aire para llegar a tiempo a San Marcial.
 
!Hasta la próxima, Rusia, y bolshoe spasibo!
Os espero en la siguiente entrega sobre el día de San Marcial retransmitiendo desde la comarca.
!Feliz verano!
 
PD: Para la próxima parada en San Petersburgo me queda visitar el museo Ermitage. Lamentablemente esta vez no pudo ser. Quisimos ir el lunes y resultó que estaba cerrado… !Queda pendiente para la siguiente, eso sí!